¿Qué es el niño interior? Me gusta definirlo como una gran memoria almacenada dentro de nuestra mente y todo nuestro cuerpo, que empieza a formarse desde nuestra infancia.
Todas estas memorias conforman un lente con el cual vemos el mundo desde adultos: Esto quiere decir que si nuestras memorias en la infancia fueron en su mayoría dolorosas e inseguridas tendremos heridas que nos acompaña en la vida adulta. Esas heridas se harán presentes en la manera en que nos relacionamos con todas las demás personas y además con nosotros mismos; salen a flote cuando una situación o persona active en nosotros algo relacionado a esa antigua herida.
Por ejemplo: si mi niña interior tiene una herida de rechazo, se activará cada vez que sienta que no me están aceptando.
Síntomas de un niño interior herido:
¿Cómo puedes saber si tienes heridas de niño interior que necesitan ser sanadas? A menudo la presencia de varias de estas características, reacciones o emociones, son síntomas de que hay una herida en nuestro niño interior que necesita ser atendida ya que podría estar generando problemas en tus relaciones adultas.
- Falta de confianza en uno mismo y en otras personas;
- Inseguridad y convicción de un bajo merecimiento;
- Dificultad para expresar las emociones;
- Falta de límites;
- Traicionarse a uno mismo en las relaciones;
- Creer que el rol de la pareja es “salvarnos” o “arreglarnos”.
Al pasar a la adultez, es nuestra tarea sanar a ese niño interior herido e insatisfecho.
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